El reloj «MAYA ECLIPSE», rico en simbología, rinde homenaje al cautivador pueblo maya y a la gran riqueza de la historia de México. Esta pieza única y excepcional creada por Les Ateliers Louis Moinet se presentará en exclusiva en el SIAR (Salón Internacional Alta Relojería) de México del 18 al 20 de octubre de 2022.
ESPÍRITU DE LA CREACIÓN
«MAYA ECLIPSE» encarna el fenómeno cósmico y fascinante del eclipse poniendo la tecnología al servicio de la poesía. y nos ofrece el espectacular encuentro de la luna y el sol 18 veces cada hora, cuyo punto central es el eje mágico de la pirámide de «KUKULCÁN».
En la sociedad y la cultura mayas existía una importante relación entre la astronomía, la visión del cosmos, la religión y la política. Los mayas eran brillantes matemáticos y arquitectos y les apasionaba la observación de los astros y otros fenómenos celestes. Gracias a sus observaciones, pudieron elaborar diferentes calendarios, algunos de los cuales eran de una gran complejidad y una extrema precisión y les permitían realizar un cronometraje del tiempo para determinar tanto las fases lunares como la posición del sol durante los eclipses, los solsticios y los equinoccios.
Esta creación única combina, por tanto, elementos fundamentales de la cultura maya sublimados por el saber hacer de Les Ateliers Louis Moinet en materia de relojería. El concepto es obra de un joven artista joyero: Nathanaël Schaller, ganador nacional del Prix des Métiers D'art (premio a los oficios artísticos) de Francia en 2020.
CUANDO SE ALINEAN LOS ASTROS
Esta arquitectura piramidal se refleja en la forma del complejo y misterioso movimiento del reloj, que está construido en diferentes niveles y surge desde el centro. Este movimiento incorpora dos tourbillones satélites que giran en sentido opuesto y cuyos contrapesos representan una luna y un sol inspirados en símbolos mayas. Se cruzan y se superponen 18 veces cada hora, es decir, 432 veces al día, y cada encuentro deviene en un eclipse poético y potente que da origen a su legendario nombre: «MAYA ECLIPSE».
El eje mecánico del movimiento está coronado por un fragmento de jade situado simbólicamente en la cúspide de la pirámide, porque este material para los mayas era más precioso que el oro. Lo empleaban para crear numerosos artefactos que usaban en sus ritos y ceremonias.
CHICHÉN ITZÁ BAJO UN NUEVO DÍA
El fondo de la esfera es de nácar teñido, material profundo y onírico que recuerda que la pirámide de «KUKULCÁN» está construida sobre un cenote. Los cenotes son pozos naturales que se encuentran esencialmente en América del Norte y América Central. Suelen ser de agua dulce, a veces de agua de mar, y eran importantes y sagrados para los mayas. El realce transparente alberga los índices de las horas expresados en cifras mayas, compuestas de rayas y puntos. Son gráficos y facilitan la lectura de la hora.
La pirámide es de oro rosa 5 N de 18 K y está adornada con motivos geométricos en guilloché que nos sorprenden con suntuosos juegos de luces y sombras, en referencia al fenómeno que se produce en los equinoccios en la auténtica pirámide «KUKULCÁN», cuando el sol incide en la esquina noroeste de la pirámide y da la impresión de que la serpiente desciende por los escalones.
«MAYA ECLIPSE» presenta una panorámica de la pirámide «KUKULCÁN» vista desde el cielo, con sus nueve niveles y sus cuatro escaleras. Esta construcción simboliza el eje cósmico que une el inframundo con el mundo de los vivos y el de los dioses. Se encuentra en el yacimiento de Chichén Itzá en México y está dedicada a la «serpiente emplumada», llamada Kukulcán, que era el dios todopoderoso de la resurrección y la reencarnación venerado por los mayas.
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